Es una obra/relato colectivo que fusiona visualmente la silueta humana con imágenes de seres vivos y elementos inorgánicos. Las acciones corporales del visitante se incorporan a una coreografía común que se actualiza en vivo y forma parte de la instalación.
Gea-y es también una obra performática, en donde se invita a los visitantes a participar de una coreografía. La incorporación de las siluetas humanas sobre las imágenes que proyecta la instalación, plantea la metáfora de una unión entre la humanidad y la naturaleza como condición para la vida.
Quien participa podrá visualizar la incorporación de sus gestos al video de la instalación. Acciones simples, gestos de la coreografía, serán registradas con cámaras para ser incorporadas al hilo de video
Los distintos elementos visuales: video performance sumado a las imágenes que se incorporanrán de los visitante, darán como resultado la instalación producida en conjunto.
Sueñero café
Intervención mural en Sueñero café.
Un precioso café donde la infusión es el centro del encuentro, estimula las sensaciones para la lectura, la charla, la música, la cultura y el amor. el amor al soñar de Claudia Rojo artista amiga, profe, bailadora, hermosa mujer.
La magia del café, la pasión en sus formas, el amor en la mañana, contemplar, escuchar, acompañar, escribir…sentir con café.
Un espacio para el placer y la amistad, bellamente conducido y ambientado.
El carácter de esta obra está impregnado por la pandemia de Covid 19, hemos trabajado de manera colaborativa con el director de la revista Lucas Krotsch, en un contexto de encierro bastante abrumador. Con Federico Joselevich Puiggrós hicimos que los dibujos se animaran. Las imágenes evocan las relaciones entre mujer y naturaleza. Vínculo de supervivencia de siglos que ha sido bastardeado y explotado por el binomio capitalismo-patriarcado. La dominación a la que es sometida la mujer y la tierra, la sobre explotación de recursos, la mirada materialista sobre las personas y la vida en general viene ganando terreno, entre poderosos y no tanto. Desde estas pequeñas ventanas busco llamar a la reflexión a quienes quieran detenerse a pensar y a sentir cuál es el lugar le damos al consumo, de bienes, de servicios, de humanes y de habitantes del planeta. Con la profunda convicción de que hay que cambiar el rumbo y de que no le debemos nada a nadie para poder hacerlo, es que salieron estos trazos en el papel, para navegar indefinidamente por la red en la conciencia planetaria.
La permacultura, es un movimiento de personas humanas que busca habitar la tierra planetaria de manera amable. Un movimiento que trasciende las fronteras de las naciones y es transversal a distintas generaciones y grupos sociales. Quienes participamos en este movimiento lo hacemos desde diferentes espacios, siempre desde una mirada propositiva, es decir generando acciones, vínculos, propuestas que aporten caminos para la transición cultural y social necesaria para regenerar la habitabilidad en nuestro hogar planeta.
El movimiento es impulsado por los australianos Bill Mollison y Davis Holmgren en los años 70’s, como respuesta al tratamiento intensivo de los cultivos del ya conocido y nefasto agronegocio y de la debacle energética ante el uso indiscriminado de energías fósiles de la sociedad de consumo industrializado.
La palabra Permacultura sintetiza la conjunción de los términos cultura y permanente que se refería en un principio a la agricultura permanente y que pronto toma la noción de cultura abarcativa, que incorpora de manera más contundente las nociones de compromiso ético y social que conforman al movimiento.
La Permacultura brinda elementos prácticos y de análisis que invitan a generar con/en el ambiente una relación sana, saludable para todo el sistema, a través de herramientas de diseño. Es fundamentalmente una disciplina sistémica que abarca tanto la calidad del alimento que se produce como las formas sociales que hacen que ese alimento llegue a nuestras mesas. Por eso la permacultura promueve relaciones humanas de calidad y no avala la explotación ni de la tierra ni de las personas. Posee un corpus de principios que le dan cuerpo que se dividen en principios de diseño y principios éticos:
Los principios éticos en los que hacen pie todos los demás son:
Cuidar la tierra
Cuidar a las personas
Distribuir equitativamente
Hago hincapié en ellos, los pongo en una columna a la izquierda, con intención simbólica. Mi mirada de la permacultura la vincula con un pensamiento de izquierdas, sin vacilar, un pensamiento revolucionario, que requiere la puesta en acción de sus fundamentos para realizarse.
La cultura de la permanencia requiere de cambios muy profundos, esta es una paradoja interesante, observar, atender con cuidado para acompañar la mutación que da lugar a una flor o que no la deja ser.
Observar e interactuar + Capturar y almacenar energía + Obtener un rendimiento + Autorregulación y retroalimentación + Usar y valorar los recursos renovables + No producir desperdicios …
El amplio espectro de habilidades que se pueden abordar desde la permacultura también hace a este espacio un lugar propicio para la diversidad, un valor a sostener y propiciar como patrón natural que aporta al sostén de la salud del sistema.
Durante el primer año de la pandemia del coronavirus la Permacultura supo tomar más vuelo desde sus referentes y cultivadores y llegar a más oídos y manos. Sin embargo, ya hace décadas que el movimiento existe y viene alertando sobre la variabilidad del clima, la saturación en la regulación de los procesos vitales del sistema terrestre, el colapso. Lo que es más interesante en el movimiento permacultural es justamente la capacidad proactiva de abordar la situación, proponiendo un abordaje práctico y resolutivo.
En la Argentina existe una Escuela de Permacultura y Ruralidad “El Árbol” que promueve la construcción de espacios de diálogo y confrontación de proyectos e ideas llamados Laboratorios Colaborativos. Estos espacios crecieron y nos acompañaron a muches a atravesar ese primer período de incertidumbre pandémico ante el encierro y los nuevos cuidados. Acompañarnos a la distancia, desde distintos continentes vivificando las diferentes experiencias según los territorios. Un aspecto fundamental de los diseños permaculturales es el de tener en cuenta los saberes ancestrales de las comunidades, desde recetas culinarias hasta recetas de adobe, el abanico de aportes que se sincretizan con los saberes de los nuevos permacultores es inmenso.
La palabra que emerge es cuidado, que denota tanto cariño, como peligro. En este juego como vaivén que supone toda cría, las de los propios bebés, la nuestra, la de nuestros adultos, de los que crecen y de los que envejecen. Ese péndulo entre el dejar ser y tutorar, entre nutrir y alimentar, entre acompañar y soltar, entre hidratar y saciar…la vida es amor y peligro y para accionar necesitamos cuidar. Este amparo sin encierro ni asfixia, es el cuidado practicar. Esta práctica es primordial para la cultura regenerativa y resiliente de la que estamos hablando. Una práctica de cuidado que de manera espiralada forma una flor que actúa desde el ámbito individual, familiar hacia las relaciones colectivas que promuevan una menor pérdida de energía tanto en los aspectos del recurso como en esfuerzo humano y en diversidad.
Aquí agrego a modo de introducción un resumen en español
En la Flor se puede ver el desarrollo de los Principios en las distintas áreas de aplicación
Muestra colectiva “No tan distintas”
Un encuentro potenciador, energizante, entre 5 artistas que crecemos compartiendo caminos o contándonos. Cada una con sus estilos, huellas y búsquedas trazamos este espacio en el tiempo que vuelve para recordarnos el bien de la amistad en la construcción colectiva. A medida que las mujeres vayamos repreguntándonos qué es el “arte” y qué lugar ocupa como herramienta de conocimiento ancestral y vínculo con el pasado, podremos crear un futuro donde este saber deje de ser usado como decoración para ideólogues y aclare las mentes de quienes ven al mundo y sus habitantes como objeto de sus deseos. Así pienso y concibo al alimentar la mirada de cuidado y amor sobre los seres terrenos, una mirada romantizada por el sistema impuesto para extirparle su raíz medicinal, sanadora y por tanto transformadora de la mujer artista.
Baila por la flor
La lectura de los cielos (Haikus)
“La lectura de los cielos” Textos de Gustavo dos Santos Ilustraciones de Guillermina Perot Mac Donald
Para descargar el libro completo, te pedimos, por favor, que llenes el siguiente formulario:
Presentación del libro en la muestra “No tan distintas” de de Stoia, Perot, Piacquadio, Selinger y Solá.
Cerro Colorado
Cerro Colorado es una localidad en la provincia argentina de Córdoba que alberga un sitio arqueológico donde se pueden apreciar pinturas rupestres de factura comechigona. Los trazos parecen evocar eventos, animales, intercambios. Parecen mapas, trazos de un recorrido, en el tiempo o en el espacio, ríos, llamas… Con la belleza de aquello por descifrar, la magia de aquellas cosas a las que le ponemos nombres livianos, plumosos que tal vez acertamos y no tenemos manera de cotejar.
Es difícil conocer el significado intrínseco de los dibujos escritos en la roca. La mayoría de las pinturas pueden ser prehispánicas, cuando la población nativa era de más de 40.000 personas. Para el 1600, ya había sido diezmada por los españoles a 8.000 personas.
Cerro Casa del Sol en la localidad de Cerro Colorado
“Expresión del instinto artístico” (1), el arte como instinto, así lo nombran en el libro que describe este lugar y me ayudó a ensayar estas líneas. Pensar el arte como instinto, como supervivencia. Una vivencia importante que trasciende en el tiempo en un sitio determinado y nos cuenta. Aquí se hace placentero, cavilar figuras, hilar historias…En el recorrido el guía nos regaló aproximaciones que despiertan preguntas. Algunos sitios donde hay pinturas son de muy difícil acceso y de incómoda elaboración (tengo mucho para ver aún), otros parecen hechos para ser contemplados al paso.
La imagen que acompaña este texto es interpretada por investigadores de una manera e interpretada por el guía Jorge de otra. La imagen pertenece precisamente al sitio Casa del Sol. Abajo, a la derecha se puede ver una vaina de algarroba o una imagen zoomorfa, yo me inclino hacia la algarroba como señala Jorge. También se deslizan pecheras y cascos de los conquistadores… son muchas preguntas ante extraños objetos.
Un grandioso cóndor perenne en la cueva, soles y serpientes, elementos geométricos. Todos trazos que poseen significación simbólica. Se nos pueden escapar significados. pero no pedemos dejar de admirar la constancia, el sostén en el tiempo. La fortaleza de su presencia se hace patente en el lugar, en el aire que dibuja entre ramas los andares del pueblo de la tierra rojiza. La selección de abrigos protegidos de las tormentas del sud y sudoeste a permitido en la mayoría de las pictografías llegar hasta hoy. Los últimos trazos refieren a jinetes conquistadores y se encuentran registrados en las zonas que fueron menos accesibles. Después de la conquista un arte en su refugio, es hilo del tiempo, resistencia y palabra. Para abrir los sentidos a la expectación.
(1) E. Berberián, A.Recalde, E. Pillado; El arte rupestre del Cerro Colorado; Córdoba; Encuentro Grupo Editor, 2018.
Mercado Gremial
Tarjeta en pop-up
Una tarjeta que invita al juego y a la creación. Una instancia para realizar una acción manual posible. El trabajo manual es denostado, siempre mal pago, sin embargo las manos son la expresión de nuestros sentimientos y emociones. Canalizamos con ellas alegrías, amor, frustraciones y dolores… Quienes con ellas transformamos el mundo sabemos del beneficio de sus poderes.